Finalizó el 13º Festival y Congreso de Arte Latinoamericano

Mar del Plata

Finalizó el 13º Festival y Congreso de Arte Latinoamericano

Se desarrolló del 22 al 27 de septiembre. Reunió a organizaciones artísticas de hospitales y centros comunitarios de salud mental. Con entrada libre y gratuita.

                                                                                                               Por: Agustina Gómez 

 El domingo 27 culminó el 13º Festival y Congreso de Arte Latinoamericano “Una puerta a la libertad – No al manicomio” en Chapadmalal, organizado por la Red Argentina de Arte y Salud Mental y la Secretaría de Cultura de Mar del Plata.


Este evento, único por sus características, tuvo lugar en los teatros municipales Colón y Diagonal, y en el Centro de Arte RadioCity + Roxy + Melany marplatenses. Contó con la participación de 37 delegaciones y más de 800 personas. Hubo artistas-talleristas internados, externados y ambulatorios de Hospitales Psiquiátricos y Centros de Salud Mental estatales y comunitarios, provenientes de Capital Federal, Buenos Aires, Córdoba, Río Negro, Tucumán, Chaco, La Pampa, Santiago del Estero, Neuquén, Corrientes, Chaco, Paraguay y Ecuador. Sin embargo, las Clínicas e Institutos Privados de Salud Mental y de Especiales no estuvieron incluidos.

A lo largo del Festival, los participantes presentaron sus espectáculos de música, teatro, danza, mimo, títeres, plástica, literatura, radio, periodismo, fotografía y circo. También hubo talleres abiertos y participativos, conferencias, videos y exposiciones. Estos espectáculos estuvieron atravesados por la idea de que es posible el uso alternativo del arte y la desmanicomialización, dejando de lado así la existencia de neuropsiquiátricos que no garantizan la recuperación de los internados. En las anteriores ediciones del Festival se trabajaron sobre distintas disciplinas, como  Música, Teatro, Plástica, Clown y Danza-Trabajo Corporal. Durante este año la disciplina protagonista fue la literatura.

El Congreso fue un espacio de reflexión e intercambio de experiencias teóricas y prácticas con respecto a la desmanicomialización, con el objetivo de enriquecer los conocimientos individuales y grupales como así también los proyectos de las delegaciones. Durante las charlas y debates, se enfatizó sobre los dispositivos posteriores a la internación: educación, vivienda y trabajo. Además de esto, se debatió acerca de procesos a favor de desmanicomialización, experiencias sociales desmanicomializadoras, leyes de Salud Mental provinciales y sus futuras implementaciones.

 El Festival y Congreso tuvo como objetivo el intercambio y la integración artística, cultural y social de  los participantes. Se intentó llevar a cabo el debate sobre la búsqueda de alternativas a la problemática deshumanizante de la lógica manicomial en hospitales psiquiátricos. Esta problemática  ocasionada por políticas y/o prácticas que desconocen y violentan  los derechos humanos de esta población. Sumado a esto, buscó promover la actividad artística, como herramienta de cambio personal y social, en las personas internadas, externadas y ambulatorias de los  Hospitales Psiquiátricos y Centros de Salud Mental estatales y comunitarios. Estuvieron acompañados  de otros artistas, profesionales de la salud, grupos e instituciones que dieran cuenta de sus experiencias de No Al Manicomio. La meta principal de este evento fue reunir a los centros de salud que, a través del arte, estén comprometidos ideológicamente con la Ley Nacional de Salud Mental Nº26657 que defiende la práctica desmanicomializadora y una salud pública igualitaria y gratuita.


Ley Nacional de Salud Mental

La ley Nº 26657 fue sancionada el 25 de noviembre de 2010 y promulgada el 2 de diciembre del mismo año, por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, después de cinco años de su sanción, no ha sido puesta en marcha en su totalidad.  Según lo dispuesto por esta ley, antes del 2020 las actuales instituciones neuropsiquiátricas deberán ser reemplazadas por hospitales generales y otros dispositivos de inclusión social. Esta legislación fue impulsada y apoyada por el ex diputado nacional por el Frente para la Victoria, Leonardo Gorbacz, el Ministerio de Salud de la Nación, el Inadi, la Secretaría de Derechos Humanos, la Defensoría General de la Nación, asociaciones de familiares de pacientes y usuarios de servicios de salud mental.

Dicha jurisprudencia tiene por objeto asegurar el derecho a la protección de la salud mental de todas las personas, y el pleno goce de los Derechos Humanos de aquellas que padecen problemas de salud mental. Además, reconoce a la salud mental como un proceso determinado por componentes históricos, socio-económicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona. Por otra parte, las adicciones a drogas legales e ilegales pueden ser abordadas dentro del campo de la salud mental y de esta reglamentación.  Tanto los servicios y efectores de salud públicos como privados, deben adecuarse a dicha norma.

El Estado les reconoce a las personas con padecimientos mentales ciertos derechos:

  • ·         Derecho a recibir atención sanitaria y social integral y humanizada, a partir del acceso gratuito, igualitario y equitativo a las prestaciones e insumos necesarios, para asegurar la recuperación y preservación de su salud.

  • ·         Derecho a conocer y preservar su identidad, sus grupos de pertenencia, su genealogía y su historia.

  • ·         Derecho a recibir una atención basada en fundamentos científicos ajustados a principios éticos.

  • ·         Derecho a recibir tratamiento y ser tratado con la alternativa terapéutica más conveniente, que menos restrinja sus derechos y libertades, promoviendo la integración familiar, laboral y comunitaria.

  • ·         Estas personas pueden ser acompañadas antes, durante y luego del tratamiento por sus familiares, otros afectos o a quien la persona con padecimiento mental designe.

  • ·         Derecho a rechazar asistencia o auxilio espiritual o religioso.

  • ·    Derecho del asistido, su abogado, un familiar o allegado que éste designe, a acceder a sus antecedentes familiares, fichas e historias clínicas.

  • ·         En el caso de internación involuntaria o voluntaria prolongada, las condiciones de la misma sean supervisadas periódicamente por el Órgano de Revisión.

  • ·         Derecho a no ser identificado ni discriminado por un padecimiento mental actual o pasado.

  • ·         El paciente debe ser informado de manera adecuada y comprensible de los derechos que lo asisten, y de todo lo inherente a su salud y tratamiento, incluyendo las alternativas para su atención, que en el caso de no ser comprendidas se comunicarán a los familiares, tutores o representantes legales.

  • ·         Puede tomar decisiones relacionadas con su atención y su tratamiento dentro de sus posibilidades.

  • ·         Debe recibir un tratamiento personalizado en un ambiente apto con resguardo de su intimidad, siendo reconocido siempre como sujeto de derecho, con el pleno respeto de su vida privada y libertad de comunicación.

  • ·         No puede ser objeto de investigaciones clínicas ni tratamientos experimentales sin un consentimiento fehaciente.

  • ·         El padecimiento mental de esta persona no tiene que ser considerado un estado inmodificable.

  • ·         No puede ser sometido a trabajos forzados.

  • ·         Tiene el derecho a recibir una justa compensación por su tarea en caso de participar de actividades encuadradas como laborterapia o trabajos comunitarios, que impliquen producción de objetos, obras o servicios que luego sean comercializados.

A tener en cuenta, el artículo Nº12 establece que la prescripción de medicación será únicamente asignada cuando sea necesario con fines terapéuticos y no como modo de castigo, por conveniencia de terceros, o para suplir la necesidad de acompañamiento terapéutico o cuidados especiales. Con respecto a la internación de los pacientes, será considerada como un recurso terapéutico de carácter restrictivo y solo puede llevarse a cabo cuando sea más adecuada que el resto de las intervenciones realizables en su entorno familiar, comunitario o social. Debe ser lo más breve posible y  no debe prolongarse por diversas cuestiones sociales que pueden ser resultas por el Estado Nacional. La persona internada bajo su consentimiento podrá en cualquier momento decidir por sí misma el abandono de la internación. En el caso que no afecte a terceros, el alta, externación o permisos de salida no requieren autorización de un juez.

Uno de los puntos más importantes, en el artículo Nº27 establece: “Queda prohibida por la presente ley la creación de nuevos manicomios, neuropsiquiátricos o instituciones de internación monovalentes, públicos o privados. En el caso de los ya existentes se deben adaptar a los objetivos y principios expuestos, hasta su sustitución definitiva por los dispositivos alternativos.” Sumado a esto, las internaciones de salud mental deben realizarse en hospitales generales. En las universidades públicas y privadas se tiene que promover la formación de profesionales que respondan a las demandas de esta ley. Otra cuestión a tener en cuenta es que no podrá ser privado de su libertad personal el declarado incapaz por causa de enfermedad mental o adicciones, salvo en los casos de riesgo cierto e inminente para sí o para terceros.

Con respecto al dinero destinado para la salud mental, el Poder Ejecutivo nacional debe incluir en los proyectos de presupuesto un incremento en las partidas destinadas a salud mental hasta alcanzar un mínimo del 10% del presupuesto total de salud. Sin embargo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, según La asociación civil por la Igualdad y la Justicia, se ha decidido destinar a las instituciones manicomiales casi el 80 por ciento de su presupuesto en salud mental. Mientras que para los talleres protegidos se destina el 4% del presupuesto; para el Centro de Salud Hugo Rosario, el 2%; para el área de salud mental, el 7%; y la externación asistida, no tiene presupuesto. Respecto al tratamiento de la salud mental en los hospitales generales se ha destinado menos del 1%, ya que existe un monto presupuestario para este fin. Asimismo, el gobierno de la Ciudad no brinda información pública sobre los programas de salud mental en funcionamiento, lo que dio lugar a que el Órgano Nacional de Revisión presente un amparo judicial.


Red Argentina de Arte y Salud Mental

El Frente de Artistas del Borda, es una organización que nació en 1984 y trata de llevar a cabo experiencias desmanicomializadoras a través del arte. A raíz de el trabajo realizado por el Frente se conforma la Red Argentina de Arte y Salud Mental, que se formó el 19 y el 20 de mayo de 1994. Durante estos días se realizó el primer encuentro, en el cual se eligieron a los integrantes de la Mesa Coordinadora Nacional, dando por elegido a Alberto Sava como Coordinador General, quien actualmente es el presidente. Esta asociación se crea con la idea de poder intercambiar experiencias, producir jornadas y organizar los Festivales y foros de debate con trabajos teóricos.

“El manicomio es un campo de concentración de personas donde se violentan todos los derechos humanos”, afirmó Sava. Además sostiene que las personas están internadas por la ciencia, detenidas por la justicia y desaparecidas socialmente. Sava fue el iniciador de los Festivales de Artistas Internados en Hospitales Psiquiátricos, el cual hoy recibe el nombre de Festival y Congreso de Arte Latinoamericano “Una puerta a la libertad – No al manicomio”.

La Red como organización fue creciendo  poco a poco gracias al desarrollo de experiencias artísticas y creativas en distintos hospitales psiquiátricos y con el saldo crecientemente positivo que fueron dejando los intercambios producidos en los Festivales. Estos son definidos por los integrantes de la Red como un lugar de encuentro, intercambio y elaboración. El primer Festival, organizado por el Frente de Artistas del Borda, se realizó en Capital Federal en 1989. En este solo participaron 70 personas, en su mayoría pacientes. “El arte ayuda a visibilizar a aquellas personas internadas para producir un efecto no solo terapéutico o personal, sino efectos institucionales y sociales. Las personas que se encuentran en los manicomios dejan de ser personas y se convierten en objetos. El arte ayuda a reconstruir esas capacidades de pensar, sentir y hacer”, declaró Sava.

Como asociación civil no reciben ningún subsidio del Estado, aunque para la organización de los Festivales reciben el dinero necesario para la organización, desarrollo de las actividades artísticas y alojamiento de los participantes. Sin embargo, no han logrado obtener un salario ninguno de los coordinadores del Frente, ni de la Red, a pesar de que hace más de 30 años de trabajan en el campo de salud mental.


Actualmente, gracias a la experiencia en Argentina, se intenta que la Red sea Latinoamericana. El proyecto para el año siguiente es que se construya un foro latinoamericano de artistas que trabajan en el campo de la salud mental en favor de la desmanicomialización. “Es muy difícil desandar 200 años de manicomialización y violación de los derechos humanos. La Ley Nacional de Salud Mental es una herramienta política y legal, pero aún es un camino muy incipiente”, finaliza el fundador de la Red Argentina de Arte y Salud.